Beatriz es una mujer presumida y siempre sale a la calle pintada. Carlos Sobera ha alucinado al comprobar que llevaba la boca de Drácula de tacón “es un cocodrilo, es un tiburón…” y la soltera le ha explicado que le gusta la estética oscura, las películas de terror, las motos, los tatuajes, el rock… Gustos que comenzaron cuando se divorcio “me liberé y empecé a ser yo”. Beatriz se siente una mujer empoderada, una mujer Alpha. Le gustaría que su cita tuviera su rollo y que le guste el rock y los conciertos.
Pepe, su cita, es un tipo poco convencional porque no le gustan las cosas que le gustan a la mayoría de los hombres “no me gusta el fútbol ni los deportes en general”. Le ha contado a Sobera que se dedica al mundo de la música y que la cultura es lo que más le gusta, junto a los scape room, que es su pasión. Al ver a Beatriz ha flipado “Wow, qué tía, transmite fuerza”. A ella también le ha gustado el físico de Pepe “me ha gustado todo”. Una primera impresión casi tan buena como la que ha tenido Lorenzo al ver a María.
Mientras esperaban la cena, Pepe le ha contado que tocaba la batería y que había sido músico de orquesta durante unos ocho años. Ahora es propietario de un scape room, algo que su cita no tenía ni idea de lo que era. Beatriz le ha contado que ella era vigilante de seguridad, pero que hace tres años sufrió un ictus y que tuvo que dejar su puesto de trabajo. De hecho, le ha confesado que pensó que jamás volvería a subirse a una moto, pero que, a los seis meses del ictus, volvió a conducir.
Beatriz le ha contado que llevaba un balón gástrico puesto y que estaba a punto de someterse a una operación de pecho y abdomen para verse mejor, pero Pepe le ha dicho que él sentía que era muy guapa, algo que a ella le ha extrañado “yo me veo regordeta”. El soltero le ha confesado que era hogareño y que le gustaba mucho el cine, sobre todo, el de terror.
En el reservado, los solteros han bailado una balada heavy y Beatriz le ha confesado que nunca había bailado agarradita con nadie. Los dos se estaban gustando y aunque estaban un poco tímidos, han disfrutado mucho del momento. A la hora de la verdad, Pepe ha tenido claro que sí quería repetir y ha sido correspondido. La cita ha comenzado en ese mismo momento.