Así será el funeral del papa Francisco: un reto logístico y de protocolo para el Vaticano

Aunque el papa Francisco quería un funeral sencillo, las exequias serán igual de solemnes y simbólicas que las de sus predecesores
Al funeral asistirán 200.000 fieles, 50 jefes de estado y delegaciones de, al menos, 130 países
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Este sábado se celebrará a las 10 horas el funeral del papa Francisco al que acudirán 130 delegaciones oficiales y 200.00 fieles. Todo un reto logístico para el Vaticano que ultima los preparativos para las exequias del pontífice. Según informan Marina García y Ana García Quesada en el vídeo en la plaza de San Pedro ya se notan algunos cambios de cara al funeral, como son las vallas que marcan los recorridos que tendrán que seguir los asistentes a la ceremonia. Mientras, para los jefes de estado y otras autoridades el Vaticano ha cumplido un protocolo muy cerrado.
Aunque el papa Francisco quería un funeral sencillo, las exequias de este sábado serán igual de solemnes y simbólicas que las de sus predecesores, pero con algún cambio.
El más visible es que será enterrado en un solo ataúd, en vez de en tres, como sus antecesores. Durante el funeral el féretro estará cerrado y será sellado a las 20 horas de este viernes en un acto presidido por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Iglesia Romana. Este rito marcará el final del velatorio público en la Basílica de San Pedro, por donde han pasado miles de personas para despedirse del pontífice.
Como en todos los entierros papales, el cortejo fúnebre partirá desde el interior de la basílica hacia la plaza de San Pedro antes de la misa, que comenzará a las 10:00 horas y estará presidida por Giovanni Battista Re, decano de los cardenales.
La homilía no incluirá elogios personales, como dejó estipulado el propio Francisco y para referirse a él se utilizarán títulos sencillos como papa, obispo de Roma o pastor en vez de sumo pontífice.

Así se colocarán los jefes de estado siguiendo un estricto protocolo
En la plaza habrá más de 200.000 fieles y autoridades de todo el mundo. Al funeral acudirán 50 jefes de estado y delegaciones de al menos 130 países, que seguirán un protocolo muy estricto. Muchos de ellos, con los que el papa se reunió en vida.
En las primeras filas estarán Giorgia Meloni y Javier Milei, en representación de Italia y Argentina, las naciones del papa. También las casas reales católicas, donde estarán los reyes de España, Felipe y doña Letizia, que esta vez vestirá de negro, aunque la reina de España cuenta con el privilegio del blanco. El luto es obligatorio para los asistentes.
Detrás se colocarán los presidentes y primeros ministros sentados por orden alfabético francés, el idioma diplomático del Vaticano. Gracias a esto Donald Trump y Volodímir Zelenski no se sentarán cerca, pero sí lo harán el actual presidente de Estados Unidos y su antecesor, Joe Biden, quien ha confirmado su presencia debido a su estrecha relación con el papa Francisco.
Los otros invitados al funeral del papa
Una vez terminado el funeral, el féretro será trasladado hasta la basílica de Santa María la Mayor. Un recorrido de seis kilómetros que realizará en coche a paso lento. El papa Francisco irá acompañado, además de por turistas y fieles, por los más desfavorecidos, por su expreso deseo. Cuarenta pobres, transexuales, sintecho y migrantes esperarán al papa a las puertas de Santa María la Mayor, donde será enterrado de forma privada.

Algunos de estos invitados son los sintecho que cada noche duermen en la plaza de San Pedro y que durante estos días han tenido que moverse a algunas de las calles aledañas debido a la gran afluencia de gente. Muchos de ellos conocieron al papa Francisco porque fue el pontífice que se preocupaba de los que más lo necesitaban. "Ha hecho que la gente nos conociese más", dice uno de ellos, "a trabajado muy bien para los que no tienen posibilidades con las duchas, el bocadillo y las pequeñas ayudas".
Uno de los sueños del papa Francisco era poder facilitar la vida de estas personas sin hogar y, para ello, abrió cerca de la columnata de Bernini unas duchas que han usado muchas personas durante estos años. Ahora les preocupa que con el nuevo papa esta situación pueda cambiar. "Algunos de los cardenales papables que podrían salir no son tan amables con los pobres", explica uno de los sintecho, "mi miedo es que cierren las duchas, me da pena porque para nosotros termina la era de los indigentes y comienza la dureza.
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