Paloma García Ovejero (Madrid, 1975) fue entre 2016 y 2018 viceportavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano. Pudo conocer de cerca cómo era el papa Francisco, al que había seguido como periodista durante los cuatro años anteriores.

Esta periodista todavía se sobresalta al recordar cómo fue el momento en que le comunicaron su nombramiento. “Yo estaba trabajando de corresponsal de Cope en el Vaticano -explica en una entrevista con Noticias Cuatro-. De repente me sonó el teléfono. El interlocutor me dijo que el papa quería que fuera su portavoz y dije: what!”, recuerda.

El papa deseaba que ella y el periodista norteamericano Greg Burke fueran los responsables de la oficina de prensa de la Santa Sede, para “desitalianizar” la Sala Stampa.

Desde ese nuevo puesto pudo conocer de cerca al papa Francisco. “Tenía un carácter guasón y gamberro. Se divertía provocando o diciendo cosas que sabía que iban a ser titulares de la prensa”, revela Paloma García Ovejero.

La exportavoz del papa cree que el principal legado del difunto para es una Iglesia más abierta. “Su legado es que Dios nos quiere a todos. Ese es el papa Francisco. Y por eso daba prioridad a los más pobres. Por eso no fue a España o Argentina y sí a Lampedusa o África”, explica.

El papa Francisco tenía detractores y seguidores, pero Paloma García Ovejero cree que ninguna de las dos partes ha profundizado en lo esencial de su mensaje. “Se han dicho muchas tonterías sobre este papa, desde que fue comunista hasta que fue peronista”, recuerda.

Y sobre el futuro, Paloma García Ovejero no se atreve a hacer vaticinios. “Si una cosa he aprendido en el Vaticano es que las quinielas no valen para nada -explica-. Dicho eso, reconozco que hay divisiones entre los cardenales, pero mi pronóstico es que va a ser un cónclave corto”.

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