El legado de los papas más mediáticos de los últimos tiempos: de Juan Pablo II a Francisco

El papa Juan Pablo II se consolidó como uno de los pontífices más revolucionarios de la Iglesia
La tolerancia y la inclusión del papa Francisco marcaron un punto de inflexión en la Iglesia católica
"¿Está en el cielo mi papá?": la inquietud del pequeño que, entre lágrimas, conmocionó al papa Francisco
En pleno luto por la muerte del papa Francisco, los fieles recuerdan su histórico legado alejado del protocolo y más cerca que ninguno de los más vulnerables. Todos los ojos están puestos en el Vaticano a expensas de un cónclave con posturas muy definidas y divididas. Según informa Sergio García García en el video, muchos se preguntan si volveremos a tener al frente de la Iglesia católica a un pontífice igual de mediático que el papa Francisco o, si nos movemos unos años atrás, el papa Juan Pablo II.
En octubre de 1978, la fumata blanca indicaba la elección de un nuevo pontífice. De origen polaco, Karol Józef Wojtyła, más conocido como Juan Pablo II, revolucionó el papado tal y como se conocía. Quien trataba con él, aseguraba que su objetivo era que la Iglesia católica fuese noticia cada 15 días, un reto más que conseguido.
Su carisma y cercanía con el pueblo marcó un antes y un después en el Vaticano. Supo conectar a la perfección con los fieles gracias a la prensa y a su continuo baño de masas. Sus apariciones públicas y sus viajes fueron comentados durante todo su pontificado, una trayectoria de 27 años polémica y revolucionaria a partes iguales.
El papa Juan Pablo II fue el primero en asistir a numerosos eventos
Su papado no solo se caracterizó por ser la mezcla perfecta entre el progresismo y el tradicionalismo, sino por ser el primero en muchas cosas. Escuchar a Bob Dylan en directo y viajar a la Cuba de Fidel Castro en 1998 fueron algunas de sus hazañas más emblemáticas.
El polaco vivió dos guerras mundiales y fue siempre un fiel defensor de los derechos humanos. Su cercanía con el pueblo le acabó pasando factura en 1981, año en el que el pontífice fue víctima de un atentado que casi acaba con su vida. Lo sorprendente es que el papa, además de perdonar al que intentó ser su asesino, le visitó en la cárcel.
En 2014 fue canonizado por el papa Francisco, el difunto pontífice que cerró su trayectoria el pasado Lunes de Resurrección dejando 12 años muy marcados por la personalidad de Juan Pablo II. Jorge María Bergoglio, además de convertirse en el primer papa jesuita y latinoamericano del Vaticano, marcó un punto de inflexión en la Iglesia católica.
El papa Francisco abrió la puerta de la Iglesia a todos los colectivos
La actitud reformista del papa Francisco le hizo ser querido también entre los ateos y los agnósticos. Su empatía hacia los colectivos más vulnerables, su firme postura ante los dramas de inmigración y su transparencia con los casos de abuso de la Iglesia le llevaron a ser uno de los pontífices más revolucionarios de los últimos tiempos.
“Si una persona gay se acerca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarle?”, declaraba el papa cuando se le preguntaba por la homosexualidad. Su tolerancia y respeto hacia el colectivo LGTBIQ+ marcaron su carrera a la cabeza del Vaticano, abriendo las puertas de la Iglesia a toda la sociedad.
El papa Francisco no visitó Argentina ni España
Además, se caracterizó por ser el pontífice más viajero de la historia con la visita de 66 países. Su Argentina natal y España no entraron en su agenda, él siempre alegó que quería ir a los países más periféricos y vulnerables.
A unas semanas del cónclave, el gran dilema se encuentra en si los selectores apostarán por seguir la línea reformista del papa Francisco o por echar marcha atrás y volver a una postura más tradicional como la de Benedicto XVI. Los expertos aseguran que no es el mejor momento para un papa teólogo o intelectual, sino uno que siga el legado del difunto Bergoglio.
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