Con la muerte del papa Francisco queda convocado el cónclave en el que 135 cardenales de 71 países se reunirán para elegir al nuevo pontífice. La reunión tendrá lugar sobre la segunda semana de mayo y será uno de los cónclaves más numeroso y dividido, ya que, sus miembros, se inclinan entre seguir con la labor renovadora de Bergoglio o la vuelta al conservadurismo de los anteriores pontífices. El director de Noticias Cuatro, Juan Pedro Valentín, explica qué podemos esperar de este cónclave.

Según explica Juan Pedro Valentín este será el cónclave de la confrontación de las dos posturas: la de los más aperturistas frente a los más tradicionales. Se da la circunstancia de que el papa Francisco ha sido muy bien visto por sectores de la sociedad que no necesariamente eran católicos gracias a cuestiones como su defensa de los inmigrantes frente a la ola antiinmigración, su defensa de los trabajadores y los sindicatos frente al capitalismo desalmado, su preocupación por el medioambiente frente a los negacionistas y su defensa de colectivos discriminados frente a los tradicionalistas.

Esto no quiere decir que todos en la iglesia estuvieran de acuerdo con el papa Francisco, de hecho, algunos le califican de administrador despiadado, tiene muchos detractores y mucha gente que quiere volver a una iglesia más tradicional.

Será el momento de abrir el debate y decirse las cosas a la cara a puerta cerrada, de ahí proviene la expresión cónclave: habitación cerrada con llave.

En el cónclave, por ejemplo, estará el obispo conservador estadounidense y pro-Trump Raymond Burke, que cree que la Iglesia con Francisco "era un barco sin timón" y al que Francisco castigó dejándole sin apartamento reservado en Roma.

Nada más conocerse el fallecimiento del papa se comenzaron a barajar nombres para sustituirlo. Con las dos posturas enfrentadas, se habla de un perfil de un papa de consenso. Alguien que no levante ampollas ni en lado ni en otro, que apacigüe esos debates y que traiga una postura más conciliadora.

Lo que seguramente sí que será es alguien con perfil mediático: más parecido a Juan Pablo II y Francisco que a Ratzinger, ya que, hoy en día un Papa es un grandísimo influencer.

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