Crímenes

El momento clave del crimen de Patraix: Maje y Salva, los autores de la muerte de Antonio, son atrapados en una conversación grabada

El momento clave del crimen de Patraix: Maje y Salva, los autores de la muerte de Antonio, son atrapados en una conversación grabada
El crimen de Patraix, al completo en 'Código 10'
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El crimen de Patraix, que tuvo lugar el 16 de agosto de 2017, sigue dejando titulares desoladores en la actualidad. El mediático caso conmocionó tanto por la frialdad y capacidad de manipulación de la autora intelectual del asesinato, como por los límites que sobrepasó el responsable físico del mismo al haber matado "por amor".

María Jesús Moreno Cantó -alias Maje-, ideó el asesinato de su marido con la ayuda de Salvador Rodrigo Lapiedra -conocido como Salva-. Tras otras entregas como la del crimen de Juana Canal, en 'Código 10' hemos profundizado sobre este 'true crime' de la mano de Esther Maldonado, jefa de homicidios de la Policía Nacional; Patricia Peiró, periodista de 'El País'; Ángel Cabezos, psicólogo; Miguel Ferrer, abogado de la acusación y María Julita Martínez, abogada de Salvador, entre otros.

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Maje y Salva se conocían del trabajo. Tenían una relación extramatrimonial en la que ella le convencía de los malotratos que estaba sufriendo por parte de su marido, Antonio, con el que llevaba casada poco más de un año.

Sin embargo, Salva no era el único amante de la valenciana. Se cree que podría haber tenido hasta 3 parejas a la vez además de su matrimonio, lo que ponía al autor del crimen entre las cuerdas. Digamos que tenía el interés de ser el número uno para Maje, y por eso decidió acabar con la vida de su marido, aunque fue un plan orquestado.

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Los extraños movimientos de Maje tras el asesinato

Durante aquella jornada de verano, Salva esperó a Antonio en el garaje del bloque donde vivía. Allí lo atacó con un cuchillo cebollero que adquirió en una ferretería de Valencia. La policía recibió la voz de alarma de la aparición de un cuerpo en este enclave, aunque en un primer momento no se barajó la hipótesis de una muerte intencionada. Eso sí, en pocos instantes empiezan a sospechar de unos extraños movimientos en Maje que hacen saltar todas las alarmas.

Por un lado, parecía sentirse rota por la muerte de su marido. Pero por otro, compartía con su amiga algunas confesiones de los hombres con los que estaba quedando que no parecían indicar que estaba llorando el fallecimiento de Antonio. Aunque el momento clave en la investigación fue cuando, dos meses después de los hechos, Salva y Maje mantienen una conversación que confirma la responsabilidad de una y otro en el crimen.

Una reunión en una cafetería para no levantar sospechas

En ella, la asesina muestra su preocupación por una posible investigación policial y le pregunta a su amante si la policía le estaba vigilando. En enero de 2018, dos meses más tarde de estos hechos, Salva confiesa que acabó con la vida de Antonio.

Ya en la celebración del juicio, un inspector de homicidios compartió que había estado al tanto de una reunión entre Maje y Salva. Presenció, en una cafetería, la forma en la que los asesinos discutieron sobre la coordinación de sus coartadas para evitar levantar sospechas entre la policía. Por ello, se dedujo directamente que la mujer había sido el cerebro del crimen.

La Audiencia Provincial de Valencia condenó a la asesina a 22 años de prisión con la agravante de parentesco, y a Salva a 17 años por asesinato con alevosía. Los dos fueron obligados a trasladar 250.000 euros a la familia de la víctima en concepto de indemnización.

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