Apariciones de Garabandal

Carmen Lomana recuerda el día que pasó en Garabandal junto a las niñas que entraban en trance: "Sentí pánico"

Carmen Lomana recuerda el día que pasó en Garabandal junto a las niñas que entraban en trance: "Sentí pánico"
Carmen Lomana recuerda el día que pasó en Garabandalcuatro.com
  • La empresaria ha visitado de nuevo la nave del misterio para compartir con Iker y Carmen su visita al pueblo cántabro

  • Carmen ha recordado cómo, en compañía de su madre, conoció a las cuatro niñas que aseguraban ver a la Virgen María

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‘Cuarto milenio’ ha contado con una cronista muy especial. Carmen Lomana ha visitado por segunda vez la nave del misterio y lo ha hecho para rescatar de su memoria la vivencia que tuvo en Garabandal, el remoto pueblo cántabro en el que unas niñas aseguraron haber visto a la Virgen.

Carmen Lomana visitó la localidad en septiembre de 1961 junto a su familia, fue su madre la que quiso visitar el pueblo en el que tres niñas aseguraban que habían visto a la Virgen María:

Yo tenía doce años, nunca he querido hablar del tema porque me dejó muy impactada. Fuimos mi madre, yo, unas amigas de mi madre y un amigo mío que era sueco y completamente ateo. Llegamos a un bar y allí nos indicaron cuál era la casa de una de las niñas, y allí que fuimos mamá y yo. Yo recuerdo que llevaban rosarios en las manos, las ropas que llevaban eran muy viejas, como con agujeros, lo recuerdo como si fuera ayer”.

La empresaria fue testigo de uno de los trances de estas niñas. Concretamente, vio cómo las niñas andaban hacia atrás, de rodillas sobre un camino de rocas y cuestas recitando palabras en latín:

“Mi madre me dijo que lo que estaban hablando era latín, que estaban recitando el Rosario en esa lengua. ¿Pero cómo iban a hablar esas niñas en latín? Recuerdo también que les pinchaban y no reaccionaban, había un sacerdote haciéndole pequeños cortes en los brazos y ella ni se inmutaban”.

Las niñas de Garabandal

Lomana ha contado que las niñas iban a una velocidad sorprendente sin prácticamente inmutarse y que ella, intentando seguirlas, hasta llegó a perder un zapato. Carmen recuerda haber sentido miedo:

“Yo estaba en el lado izquierdo del camino, corriendo junto a ellas mientras subían la ladera. Yo le pedía a mi madre que nos fuésemos de allí porque sentía verdadero miedo. Las cosas que yo vi ese día no se podían fingir, esas niñas estaban viendo a la Virgen”.

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