Educación

Jubilados con ganas de aprender vuelven la universidad: un programa les permite cursar carreras sin examinarse

Jubilados con ganas de aprender vuelven la universidad: un programa les permite cursar carreras sin examinarse
Son renferentes en aulas llenas de jóvenesIMAGEN: Mikio Tsunekawa
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BarcelonaSon muchos los que acceden a un grado universitario con vistas a que el título les facilite encontrar trabajo en el futuro. No es el caso de los cerca de 10000 mayores de 65 años que están matriculados en alguna carrera en España. Ansia de conocimiento y necesidad de mantener la rutina son algunos de los motivos que les acercan a unas facultades donde la mayoría es mucho más joven, informan en el vídeo Marina Pérez y Ana Dondoni.

Cada año los jubilados son más en las aulas. Aunque algunos deciden cursar la carrera como uno más, existen programas que les permiten asistir a las clases y trabajar la materia, pero les eximen de hacer los exámenes. Es el caso de la iniciativa 'Universitat a l'Abast', organizada por la Universitat Autónoma de Barcelona.

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Las ganas de saber más les llevan a estudiar algo que nunca pudieron

A sus 69 años, María Rosa es una más en la Facultad de Filosofía y Letras de la Autónoma. Siempre había querido estudiar Antropología y, después de jubilarse, se matriculó en la universidad. "Para mí es alimento intelectual. Me gusta venir, me gusta aprender, me gusta tomar apuntes...", afirma.

Octavi es otro ejemplo. Tiene 76 años y acumula toda una vida laboral dedicada a la arquitectura, pero ahora está estudiando Historia. "Cuando me jubilé tenía claro que no quería estar en casa y descuidar el funcionamiento neuronal", relata. Ambos forman parte del programa universitario para mayores de 50 años. Y como ellos, cada vez son más los jubilados que, en vista de tener más tiempo libre, se deciden a inscribirse.

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Favorece la integración y la difusión de conocimiento

Una parte importante de estos programas para mayores es que les integran en las mismas clases que todos los demás estudiantes. También acceden al mismo material lectivo, toman los mismos apuntes y hacen los mismos trabajos. "Lo que pretende es favorecer que estos adultos puedan cursar estudios conjuntamente con el grueso de los matriculados, más jóvenes", afirma Sergi Arenas, el coordinador.

Esta unión es muy positiva: su experiencia suma en el aula. "Somos referentes de muchas cosas que mis compañeros no han vivido", opina María Rosa. Pueden aportar puntos de vista novedosos y ampliar la visión de todos los demás alumnos. "Los jóvenes ven un modelo en ellos, se dan cuenta de que ser mayor no es dejar de tener inquietudes", añade Arenas. Eso sí, el sistema les permite cursar asignaturas sin la obligatoriedad de ser evaluados. Al fin y al cabo, su objetivo no es obtener ningún título, sino poder seguir aprendiendo.

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