Educación

Cómo ayuda la lectura diaria al desarrollo del cerebro infantil, según investigaciones actuales

Fomentar la lectura en casa es esencial
Fomentar la lectura en casa es esencialFreepik
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Leer con un niño, aunque tan solo sea unos minutos al día, puede marcar una gran diferencia en su desarrollo cerebral. Son muchos los estudios que han demostrado que la lectura diaria no solo estimula el lenguaje y la comprensión, sino que también fortalece conexiones neuronales clave para el pensamiento crítico, la memoria, la atención y la empatía.

Las pantallas cada vez ocupan más espacio en la infancia y fomentar la lectura tradicional sigue siendo una herramienta esencial para el desarrollo integral de los niños. Desde sus primeros meses de vida, la lectura compartida entre padres e hijos no solo estrecha vínculos afectivos, sino que, también, activa áreas del cerebro que están vinculadas a la imaginación, el aprendizaje y la regulación emocional.

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¿Qué dice la neurociencia sobre la lectura en la infancia?

Uno de los estudios más citados sobre el impacto de la lectura en el cerebro infantil fue publicado por la American Academy of Pediatric (AAP). En este estudio se analizó mediante resonancia magnética funcional la actividad cerebral de niños de entre 3 y 5 años mientras escuchaban cuentos. Los resultados mostraron una mayor activación en regiones del cerebro relacionadas con la comprensión del lenguaje y la visualización de escenas. Esto sugiere que leer en voz alta fortalece las redes neuronales asociadas con la comprensión lectora y la creatividad.

Otra investigación señaló que los niños que leían o escuchaban historias todos los días presentaban un vocabulario más extenso, mejor memoria a corto plazo y mayor capacidad para centrar la atención en tareas cognitivas.

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Beneficios de la lectura diaria en el desarrollo cerebral

Estimula el lenguaje y el vocabulario

Leer en voz alta ayuda a que los niños puedan aprender nuevas palabras, estructuras gramaticales y formas de expresión que enriquecen su lenguaje oral y escrito. Esta exposición temprana mejora la capacidad de comunicarse con claridad y, además, les ayuda a comprender instrucciones complejas, lo que es fundamental para el éxito escolar.

Mejora la comprensión lectora y la memoria

Cuando un niño sigue el hijo de una historia, se activan procesos cognitivos relacionados con la comprensión, la anticipación de hechos y la retención de información. Estas habilidades son esenciales no solo para leer, sino para cualquier forma de aprendizaje.

Fomenta la concentración y la atención sostenida

La lectura requiere concentración. Cuando se lee a diario, los niños pueden entrenar su capacidad de mantenerse atentos durante periodos prolongados, algo cada vez más desafiante en la era que vivimos donde todo son pantallas y estímulos.

Desarrolla la imaginación y el pensamiento crítico

Al imaginar los escenarios, personajes y conflictos de una historia, el cerebro infantil pone en marcha su capacidad de visualización mental y de pensamiento abstracto. Esto es fundamental para poder resolver problemas, crear ideas y comprender puntos de vista ajenos.

Refuerza la empatía y la inteligencia emocional

Al identificarse con los personajes de un cuento y comprender sus emociones, los niños pueden aprender a ponerse en el lugar del otro. Esto hace que puedan desarrollar la empatía, la regulación emocional y las habilidades sociales.

Leer desde los primeros meses de vida

Los expertos recomiendan comenzar a leer a los niños desde los primeros meses de vida. Aunque al principio no pueden comprender cuál es el significado de las palabras, el tono de voz, el ritmo, la musicalidad del lenguaje y el contacto físico favorecen el apego y la estimulación de redes neuronales.

Tan solo con 15 minutos diarios desde la etapa preescolar puede suponer una gran diferencia significativa en la adquisición de la lectoescritura, sobre todo en contextos socioeconómicos desfavorecidos.

Fomentar este hábito lector es una tarea que se comparte entre familias y centros educativos. Desde casa se puede crear un rincón de lectura agradable que les invite a estar, visitar bibliotecas, regalar libros y leer en voz alta de manera habitual. La actitud de los adultos en este ámbito es fundamental: si los niños ven que sus padres disfrutan leyendo, es mucho más probable que ellos también lo hagan.

En la escuela, los programas de animación a la lectura deben ir más allá de un simple cumplimiento curricular. Se pueden proponer actividades tan diversas como clubes de lectura, cuentacuentos, bibliotecas abiertas o proyectos interdisciplinarios que fomenten una relación positiva y significativa con los libros.

Consejos prácticos para promover la lectura diaria en los niños

  • Se recomienda leer con los niños todos los días, aunque sea solo 10-15 minutos. Por lo general, el mejor momento es antes de ir a dormir para que pueda relajarlos.
  • Se deben escoger libros adecuados a su edad, intereses y nivel de desarrollo.
  • Cuando se lea en voz alta, es interesante poner voces y gestos para que la lectura sea más atractiva para los niños.
  • Se pueden hacer preguntas durante la lectura, y también después para poder estimular la comprensión del niño.
  • Se recomienda alternar entre distintos tipos de libros.
  • Hay que evitar siempre que la lectura sea percibida como una obligación o un castigo, se debe fomentar que se diviertan leyendo.
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