¿Por qué no debes guardar el pijama debajo de la almohada?

Aunque sea una costumbre muy común, guardar el pijama debajo de almohada puede ser perjudicial para la salud
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Cuando llega la hora de dormir, la mayoría de personas suelen hacer un gesto común: sacar el pijama de debajo de la almohada. Es el lugar más popular para guardarlo, ya que está muy a mano. Guardándolo ahí, cuando uno se quiera ir a la cama, simplemente es hacer un simple gesto para cumplir con la rutina de ponérselo y a dormir.
No obstante, aunque esta costumbre pueda parecer muy práctica, incluso lógica, hay diversas razones por las que no se debe guardar el pijama debajo de la almohada. Este hábito tan arraigado podría ser perjudicial para la salud y para la higiene personal también.
Es muy poco higiénico
De primeras se puede pensar que no hay nada de antihigiénico guardar el pijama debajo de la almohada. Sobre todo, si se tiene la costumbre de acostarse después de ducharse. Pero, hay que tener en cuenta que los pijamas absorben células muertas de la piel, sudor y aceites corporales durante la noche. Esto da igual si se está recién duchado o no, sucede igual.
Si no se guarda correctamente y se colocan debajo de la almohada, todo lo anteriormente mencionado puede convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y ácaros. Estos microorganismos pueden provocar reacciones alérgicas y hacer que si se tienen condiciones como el asma o la rinitis, éstas empeoren. Lo ideal es airearlos y guardarlos en lugares limpios y secos para mantener una mejor higiene. Por otro lado, un pijama limpio y aireado puede prevenir irritaciones de la piel.
Otro factor que hay que tener en cuenta es que, tras una noche de sueño, el pijama puede tener humedad retenida. Esto puede contribuir al crecimiento de moho y hongos. Estos microorganismos son perjudiciales para la salud respiratoria, pero también pueden generar malos olores que pueden hacer que el descanso sea peor. Una vez que estos olores se adhieren a la prenda, es muy complicado que se puedan eliminar.
Tener un ritual antes de dormir mejora la calidad del sueño
Para mejorar la calidad del sueño, lo ideal es crear una especie de ritual a la hora de dormir, estableciendo acciones que inciten a la relajación y por tanto, al descanso. Guardar el pijama de forma consciente puede ser parte de este ritual. Tenerlo bien doblado y guardado, es algo que puede fomentar esta relajación. Aunque parezca un acto banal, tiene mucha importancia.
Creando este ritual y estableciéndolo como hábito, le da la señal al cerebro de que es hora de descansar. Por ejemplo, un ritual para la noche puede ser coger el pijama perfectamente doblado y aireado, darse una ducha relajante, ponerse loción hidratante, hacer una buena rutina de higiene bucal y facial; e ir directos a la cama.
Se ha demostrado también que tener una buena organización del espacio personal tiene un impacto positivo en la salud mental, por lo que, tener un sitio específico para el pijama dónde esté bien colocado puede ser el inicio de un entorno más ordenado. Además, esto es un acto de cuidado personal, lo cual refleja un respeto por uno mismo y el entorno de descanso.
Se prolonga la vida útil de las prendas
Tengamos mayor o menor conciencia de la sostenibilidad que ahora está en auge, por lo general, se busca que las prendas puedan durar en el mejor estado el mayor tiempo posible. Guardando el pijama de manera adecuada, hace que se reduzca la necesidad de tener que lavarlo frecuentemente. Esto va a hacer que el desgaste de la tela se reduzca.
El gesto de guardar el pijama bajo la almohada no solo afecta al pijama en sí, sino que puede hacer que los tejidos de la almohada se degraden mucho más rápido, afectando a su estructura y capacidad de proporcionar un buen soporte para la cabeza durante el descanso. Esto trae consigo la aparición de dolores de cuello o espalda al no tener la postura correcta durante las horas de descanso.
¿Dónde se debe guardar el pijama?
Lo ideal es ventilar el pijama antes de guardarlo, una vez que esté ventilado ya se puede colocar en el sitio escogido. Este lugar ha de ser un sitio limpio, seco y que no esté en contacto con prendas que ya se hayan llevado.
Las alternativas para guardar el pijama podrían ser:
- Un cesto o bolsa exclusivos para el pijama, se podría tener un recipiente exclusivo para esta función, de un material transpirable y lavable.
- Un armario o cajón con separadores, hay gente que prefiere guardar su pijama en el armario, lo ideal es que esté separado de la ropa de diario y se tenga un lugar reservado para el mismo.
- Una funda o bolsa de tela, de esta manera se protege el pijama del polvo, la luz y de los ácaros.
- En ganchos o colgadores, se pueden colocar ganchos detrás de la puerta del dormitorio para colgar el pijama, de esta manera se airean adecuadamente. El único detalle es que no estarían protegidos del polvo.
¿Cada cuánto se debe cambiar el pijama?
Para esto no hay una respuesta única, ya que va en gustos de la persona. Pero, por lo general, se recomienda cambiar el pijama al menos una vez por semana, junto a las sábanas. A la hora de lavarlo, lo ideal es hacerlo a una temperatura de entre 40 y 60 grados, usando un detergente suave y sin utilizar suavizante. Evidentemente, en caso de que el pijama esté muy sucio, huela mal o incluso, sea verano que se produce una mayor sudoración, es recomendable lavarlo más a menudo.