En una zona de Estados Unidos, llamada Starbase, viven los trabajadores de la plataforma de lanzamiento de cohetes de Space X, de Elon Musk. Los oficiales del condado de Cameron (Texas), en la frontera sur de EE.UU certificaron el martes los resultados de unas elecciones locales: oficialmente es una ciudad de Texas. Grupos ecologistas denuncian su impacto medioambiental en la zona.

El lugar donde se encuentra la base de Space X, la empresa de Elon Musk, se ha convertido oficialmente en una localidad de Texas, se llama Starbase. Ha habido un proceso democrático, unos comicios, donde votaron los 283 residentes de Boca Chica Village, donde viven familias y trabajadores de la empresa. La mayoría de los residentes votaron a favor de convertirla en una ciudad.

Musk lleva años enfrentándose a restricciones ambientales por sus cohetes

La mayoría de los residentes de la base de Space X, 212, votaron a favor de crear la ciudad Starbase. Se trata de un proyecto de chalets con colegio, zonas verdes, restaurantes, lanzaderas y cohetes. También eligieron de alcalde al vicepresidente de Lanzamientos de SpaceX, Bobby Peden. Elon Musk lleva años detrás de este proyecto, enfrentándose a restricciones ambientales y federales que regulan los lanzamientos de sus cohetes.

La creación de esta nueva ciudad le otorga a la empresa de Musk un mayor control sobre la zona, cerca de una reserva y parque nacional y ubicada a las orillas del Golfo de México, rebautizado por el presidente Donald Trump, como Golfo de América. Ahora, el Senado estatal ha aprobado una ley que permitirá a las autoridades de la nueva ciudad de ‘Starbase’ cerrar una playa en Boca Chica. Varios grupos de ecologistas están molestos y dicen que la fundación de la ciudad atenta contra la población indígena de la zona y destruye zonas rurales.

La administración de aviación pidió una investigación a la empresa de Musk

La administración Federal de Aviación dio permiso para realizar hasta 25 lanzamientos al año con sus cohetes. Por ahora, ha realizado ocho vuelos de prueba del Starship. Durante los dos últimos, en enero y marzo de 2025, parte del cohete explotó. La administración de aviación pidió una investigación a la empresa de Musk.

El magnate criticó duramente a la agencia, acusándola de sobrepasarse en sus funciones como agencia reguladora. Ahora, con Donald Trump de presidente, se ha reducido el presupuesto de esta agencia y según un medio americano hay presiones para que retiren sus imposiciones a Space X .