Roma es una ciudad tomada por fieles, turistas y policías tras conocer que el funeral del papa Francisco será este sábado. Según informa Álvaro Berro, los helicópteros vigilan desde el cielo y los agentes controlan las calles para reforzar la seguridad de las inmediaciones a la plaza romana. Todos los ojos están puestos en los preparativos del entierro y en la elección de su sucesor.

Los accesos y las calles ya se están cortando y las están tomando las fuerzas de seguridad. Después de la liturgia de ayer, los restos de Francisco ya reposan en un sobrio ataúd de madera hasta mañana, cuando será trasladado a la Basílica de San Pedro.

Los medios locales e internacionales se acumulan en las inmediaciones de la basílica

La capital italiana se refuerza para el funeral del papa Francisco y las autoridades activan el protocolo de fuerza operativa en las inmediaciones de la plaza de San Pedro. Los Carabinieri, militares y la Policía Municipal de Roma vigilan el cielo, río y tierra para garantizar la seguridad. Varios controles cortan la vía y revisan las mochilas de todas las personas que quieren acercarse a la Basílica de San Pedro. Más adelante, tan solo pueden entrar las personas acreditadas o los periodistas.

La plaza está prácticamente a rebosar de periodistas de medios locales e internacionales que han acudido para retransmitir el funeral. Turistas españoles reconocen que este refuerzo de las autoridades brinda más tranquilidad para pasear por la zona. Muchos edificios con vistas a la basílica están alquilados por los profesionales de la información mientras se van preparando los detalles para la sede vacante. Se espera que un millón de personas abarroten la plaza para asistir al funeral que se celebrará este sábado.

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