Cómo calcular el tiempo de vida de un electrodoméstico y prepararse para cambiarlo

electrodomésticos
Cuidar los electrodomésticos puede alargar su vida útil.Pixabay
Compartir

MadridLos electrodomésticos son una parte fundamental de un hogar. Gracias a estos aparatos es posible tener la vivienda limpia, preparar y conservar alimentos, y también, estar entretenidos en casa. Saber que estos electrodomésticos tienen una vida útil y debido al concepto de obsolescencia programada, tarde o temprano van a dejar de funcionar, no solo ayuda a poder organizar mejor la economía del hogar, sino que también anticiparse a este momento puede evitar algún que otro dolor de cabeza debido a los gastos imprevistos en la compra o la reparación de los mismos.

Duración de un electrodoméstico medio en España

No todos los electrodomésticos duran lo mismo, no tienen la misma vida útil. Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un electrodoméstico puede tener una vida útil media que se sitúa entre los 7 y los 12 años, dependiendo siempre del tipo de aparato y de los cuidados que reciba.

PUEDE INTERESARTE
  • Frigorífico: es uno de los electrodomésticos más duraderos, tienen una vida útil de entre 10 a 15 años, aunque las reparaciones suelen ser caras.
  • Lavadora: esto depende mucho de la frecuencia de uso y del mantenimiento que se le haga, pero pueden aguantar de 8 a 12 años.
  • Lavavajillas: la calidad del agua y la calidad de los filtros van a ser factores importantes para su durabilidad y suelen tener una vida útil de 9 a 11 años.
  • Horno: se recomienda que se realice una limpieza regular del mismo, suelen aguantar de 10 a 12 años.
  • Microondas: suelen presentar fallos en la electrónica antes que en la mecánica, y duran de 7 a 9 años.
  • Aire acondicionado: el mantenimiento que se le haga es fundamental para que pueda alcanzar su vida máxima que es de 10 a 15 años.

Evidentemente, estos valores son orientativos y pueden cambiar dependiendo de la marca, la calidad inicial que tenga el electrodoméstico y, por supuesto, los hábitos de uso. Las marcas más premium suelen ofrecer garantías más grandes y una vida útil de sus productos mayor.

PUEDE INTERESARTE

Existen distintos factores que pueden influir en gran medida a la duración de los electrodomésticos, más allá del desgaste natural que pueda tener el aparato:

  • Uso intensivo: si se utilizan los aparatos de manera intensiva se puede acortar su vida útil.
  • Falta de mantenimiento: no limpiar los filtros, no realizar la revisiones recomendadas o ignorar los avisos de avería que puedan dar son factores que aceleran el deterioro del electrodoméstico.
  • Instalación inadecuada: instalar de manera incorrecta un electrodoméstico también puede afectar a su rendimiento y a su durabilidad.
  • Calidad del agua: en ciertas zonas donde el agua es más dura como puede ser Levante o parte de Castilla-La Mancha, la cal puede afectar en gran medida a lavadoras, lavavajillas e incluso cafeteras.
  • Sobretensiones eléctricas: una instalación eléctrica general puede dañar la electrónica de los electrodomésticos en caso de que se produzca cualquier tipo de fallo.
PUEDE INTERESARTE

Obsolescencia programada, ¿realidad o mito?

No se puede hablar de la duración de los electrodomésticos sin mencionar la obsolescencia programada. Éste es un concepto que ha despertado un gran interés en España en los últimos años.

Es un término que hace referencia a la estrategia por la que algunos fabricantes diseñan productos para que dejen de funcionar correctamente o se vuelvan obsoletos tras un periodo de tiempo que ellos mismos determinan. En Europa, las instituciones están trabajando para poder controlar estas prácticas mediante normativas que puedan fomentar la durabilidad y la reparabilidad de los productos.

En la Unión Europea, está en vigor desde marzo de 2021, el Reglamento sobre el diseño ecológico, que obliga a los fabricantes a garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto durante un mínimo de 7 a 10 años, dependiendo del producto. Esto va a hacer que las reparaciones sean mucho más sencillas y también alarga la vida útil de los electrodomésticos, permitiendo que los consumidores puedan prolongar su uso y reducir la necesidad de tener que sustituirlo de manera prematura.

En nuestro país, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados refuerza esta política al promover el derecho a reparar, facilitando el acceso a repuestos y manuales de reparación.

Cómo se puede anticipar el final de la vida útil de un electrodoméstico

La clave para evitar sorpresas desagradables es estar atento a las señales de desgaste del electrodoméstico como pueden ser: ruidos anormales o excesivos, pérdida de eficiencia energética, fugas de agua o refrigerante, funcionamiento intermitente o errores constantes en el panel de control.

Ante cualquiera de estos problemas, conviene evaluar si merece la pena reparar el aparato o es preferible sustituirlo. La OCU siempre recomienda la llamada regla del 50%, si la reparación cuesta más de la mitad del precio de un electrodoméstico nuevo, suele ser mucho más rentable sustituirlo.

Conociendo estas señales, se puede anticipar el cambio del aparato aprovechando ofertas. En España, algunas comunidades autónomas suelen activar de manera periódica los conocidos Planes Renove, donde ofrecen ayudas para renovar aparatos antiguos por otros que sean más eficientes energéticamente. Muchas comunidades han lanzado programas con el objetivo de incentivar la compra de electrodomésticos de bajo consumo para poder reducir el impacto medioambiental, y a la vez el coste de la factura de la luz.

OSZAR »